¿Quién es la Madre Santísima de la Luz?

Hablar de la Patrona de León, la Madre Santísima de La Luz, nos lleva a explorar la conexión intrínseca entre esta venerada figura y la llegada de la Compañía de Jesús a tierras leonesas. La presencia de la orden religiosa fue fundamental para que la imagen de la Virgen encontrara su hogar en León.

La Compañía de Jesús en León

La Compañía de Jesús llegó a la villa de León en el siglo XVIII, específicamente en 1731, y un año después, la efigie de la Madre de Dios hizo su entrada en La Perla del Bajío. Aunque los leoneses ya tenían conocimiento de la labor altruista de los Jesuitas en otras regiones, la orden aún no se había establecido en esta localidad.

 

La determinación de la familia Aguilar y Ventosillo fue crucial para la fundación de la Compañía de Jesús en León. A pesar de enfrentar dificultades económicas trece años después de su llegada, la población logró convencer a la orden de permanecer mediante un compromiso de sustento por parte de las familias acomodadas durante seis años.

La Cédula Real de Fundación, expedida el 8 de diciembre de 1747, oficializó la presencia de la Compañía de Jesús en León, más de quince años después de su inicio no oficial.

 

La Santísima Virgen de La Luz

En el seno jesuita del siglo XVIII, el sacerdote José Antonio Genovesi se destacó por su devoción a la Inmaculada Virgen María y su deseo de popularizar su culto. En su búsqueda de una imagen para sus misiones, se enteró de una mujer con dones revelatorios. Esta mujer afirmó haber recibido una revelación de la Madre de Dios, indicando que debía ser representada como la Madre Santísima de la Luz, con majestuosidad rodeada de ángeles, cubierta por un manto celeste, y sosteniendo un alma a punto de ser devorada por un demonio en su mano derecha, mientras que en su brazo izquierdo cargaba al Cristo niño. 

La mujer devota comunicó la revelación a Genovesi, quien encargó a un pintor plasmar la visión. La pintura resultante fue regalada al sacerdote jesuita y, tras su labor misionera, se decidió su destino mediante un sorteo en 1732. La Villa de León fue la elegida, a pesar de realizarse el sorteo en dos ocasiones adicionales.

 

Esta elección fue interpretada como una señal divina por los leoneses, quienes se sintieron “el pueblo elegido” al ser custodios de la imagen. La victoria leonesa fue ratificada el 2 de julio de ese año con una celebración que quedó registrada en la crónica de Don Ildefonso de La Peña Rada, quien más tarde se desempeñaría como Escribano Real Público y de Cabildo. Su certificación, aún presente, acompaña a la imagen de la Madre Santísima de la Luz.

 

Información obtenida de:

Rodríguez Martínez, Hector Esiquio “Madre Santísima de La Luz, Patrona de los leoneses”. En: Archivo Histórico Municipal de León. [Internet]. León, Guanajuato 2017. 

Disponible en https://archivohistorico.leon.gob.mx/acervodigital/R_Acaecer/Acaecer_03.pdf  [fecha de acceso: 30 de enero del 2024].